sábado, 12 de enero de 2013

Segunda vida de los cosméticos.

¿Cuánto dinero nos podemos gastar al mes en cosméticos? ¿20, 30, 40 ¡50! euros? ¿y todo por qué? Porque no sabemos darles la segunda vida que podrían tener.

Ahora mismo me estaba arreglando en el cuarto de baño, cuando mi rimmel ha dejado de pintar como debería (antes de nada, quiero decir que el dinero que invierto en maquillaje no superará los 50 euros anulaes, conozco marcas, como Essence que, por muy poquito dinero, te ofrecen una calidad igual a la Astor). El caso es que este rimmel era de la marca L'Oreal, uno nuevo que sacaron el año pasado, creo recordar, que prometía un efecto asombroso en nuestras pestañas. He probado todo tipo de cosméticos de estas características (incluso de Max Factor, mi marca preferida), pero nunca se cumplían las expectativas esperadas. Pero en este caso, debo decir que el resultado me agradó muchísimo, nunca había probado el colágeno para las pestañas, y ahora me encanta. 
Como iba diciendo, noté que el rimmel no corría bien, que empezaba a hacer grumos, y me dio por leer la composición. Averigué que, quizá, echándole unas gotitas de aceite de oliva, podría hacer que los grumos desaparecieran, y no me equivoqué. Además, los pigmentos negros se mezclaron perfectamente con el aceite, haciendo que pintase mucho mejor. Creo que no me desharé de este rimmel en la vida. Aunque no es uno de los más caros (creo recordar que me costó unos 10 euros), llevo usándolo a diario durante cuatro meses, y por lo visto, ¡los que faltan!

Pensando en este tema, se me ha ocurrido compartir con vosotros otros consejos de este tipo que puedan ayudar a reutilizar y reciclar los maquillajes que ya no usamos por estar rotos o envejecidos. 
Pienso en, por ejemplo, una barra de labios. De esas que has gastado ya casi todo el contenido, pero te queda medio centímetro que no quieres tirar porque ese color te encanta. ¡Tengo la solución! Lo más fácil es comprar vaselina neutra, un botecito pequeño, esos que son de dos tonos rosas, vamos, la de toda la vida. Lo que habría que hacer es, con un palo como de los de comida china, sacar el contenido del pintalabios y, con mucho cuidado, mezclarlo con la vaselina. Ahora tendréis un cacao con el color que tanto os gustaba y os durará meses (a mi años, seguro) ¿qué os parece? Es una idea genial. Además, así conseguiréis tener un tono de labios más natural que si los hubiéseis pintado con pintalabios directamente y siempre los tendréis nutridos, y en estas épocas, no hay nada mejor. 


Otro consejo que se me ocurre, es reciclar las sombras en polvo que se nos han roto o los coloretes que ya no dan para mucho. Creo que lo mejor sería echar la sombra en una taza, machacarla bien hasta que quede reducida a polvo y, entonces, añadir un poco de crema hidratante. Luego lo podéis volver a echar en el recipiente donde teníais la sombra al principio ¡et voila! ya tenéis una nueva sombra o colorete en crema, ideal para las noches largas de fiesta. 

Por último, daré un consejo también aplicado a los hombres. Muchas veces no podemos permitirnos gastar demasiado dinero en colonias o perfumes, pues los que realmente duran todo el día son carísimos. ¡Tengo otra vez la solución! Lo único que necesitamos es un bote de crema hidratante con el olor más fino posible (a mi me gusta usar en este caso la crema hidratante de almendras de Mercadona, pues apenas tiene olor), aunque lo ideal sería que fuera inolora. A esa crema se le añade, o bien algún resto de colonia que tengamos por casa y que no queramos gastar poruqe nos encanta el olor o bien, comprar un aceite esencial de algún olor en particular (a mi me encantan los de The Body Shop, pero a veces podemos encontrar olores increíbles en los puestos artesanales que se suelen poner en los pueblos y ciudades en las ferias). Cuano lo mezclemos con la crema, tendremos una crema con olor que, al echarla por todo nuestro cuerpo, hará que la fragancia dure durante todo el día. Y esto tiene una explicación científica muy sencilla: ¿por qué creéis que nos echamos siempre la colonia en sitios como el cuello o las muñecas? Es porque justo por ahí pasan algunas de las venas y arterias más importantes del cuerpo. Cuando la sangre pasa por la zona donde tenemos la colonia, hace que se caliente, y todos los olores, con el calor, aumentan su potencial. Por eso, si nos echamos la crema por todo el cuerpo, conseguiremos encontrar zonas por las que pasen venas importantes y el olor durará más. Además, igual que con la vaselina con color, es una buena manera de mantener hidratado nuestro cuerpo en estas fechas en las que sufre tanto. 




Espero que os haya sido útil este post, yo no sé qué haría sin estos trucos. Para terminar, os haré una pregunta ¿cuánto estáis dispuestos a gastar para veros más guapos?

jueves, 10 de enero de 2013

Todo al 70%

Ya estamos casi a mediados de enero y es lo único que podemos ver en los escaparates de las tiendas. 
Rebajas, genial. Por fin podré comprarme esa camiseta que tanto me gustaba pero que me parecía tan cara. ¿O no?. A mis 20 años, a pesar de no haber seguido la moda más de lo necesario, no puedo decir que haya ido alguna vez "de rebajas", aunque sí que he visitado las suficientes tiendas con descuentos como para darme cuenta de que lo único que podemos encontrar estos días es ropa que no necesitamos.

Ahora todo nos parece perfecto, prendas que son una ganga, chollos hechos realidad. Mi visión es otra muy diferente: la mayoría de la ropa que podamos comprar en estos días (claramente hablo de mayoría, porque siempre hay excepciones) no la usaremos más que el primer día, que le quitaremos la etiqueta, orgullosos de nosotros mismos por haber encontrado ese chollo antes que otra persona, y luego la olvidaremos en el fondo del armario, porque al fin y al cabo, no es ropa que necesitásemos. 

Nunca entenderé el fanatismo por las rebajas. Que me corrijan los profesionales si me equivoco, pero creo que es un acto de socialización. Una tarde entre amigos, toman un café y a las rebajas, a gastar dinero en cosas inútiles. Y es que lo de las rebajas es un mundo. Un mundo que lleva años atrayéndonos y encandilándonos ¡y vaya si lo consiguen! Lo consiguen hasta tal punto de hacernos ir desnudos a una tienda para poder llevarnos alguna prenda hortera que yo, en mi sano juicio, jamás me pondría para salir a la calle. 

En fin amigos, no estoy criticando a las personas que deciden gastarse su dinero en estas cosas, cada uno es libre de gastarse su propio dinero en lo que le salga de las narices, no seré yo la que diga lo contrario, pero sí pienso que no se debería poner precio a las rebajas. Es decir, antes de que comiencen, los economistas se frotan las manos dándonos esas estadísticas que tanto les gustan. Ahora resulta que cada español se va a gastar una media de unos 80 euros este mes sólo en ropa. ¡Ya me están obligando a gastarme ese dinero para no salirme de las estadísticas! al fin y al cabo, no seré la única que se gaste esa cantidad, así me siento menos culpable. 

Así que mi consejo de hoy (aprovecharé para decirlo con todas mis buenas intenciones por todos los días que he estado sin pasarme por aquí) es que si vais a las rebajas, vayáis con la idea clara de lo que queráis comprar y, sobre todo, tengáis la fuerza de voluntad suficiente como para saber decir que no a lo que no necesitáis. Quizá sea más interesante gastarse esos 80 euros haciendo otras cosas que nos sirvan para algo. Yo, para no romper la media de gasto en enero, he decidido gastarme ese dinero en regalarme a mi y a mi abuela un viaje a Alemania. ¿Qué os parece? Mejor invertido, ¿no?

Por cierto, la camiseta que tanto me gustaba pero que me parecía tan cara, ahora no aparece por ningún sitio. La magia de las rebajas. 

Hasta aquí mi post sobre este tema. Y vosotros ¿sucumbís al consumismo?